Desarrollan herramienta para decidir sobre el uso de pesticidas
Una vez aplicados, los fitosanitarios pueden moverse y afectar a diversos organismos. Este desarrollo de la FAUBA informa el riesgo ambiental que implica utilizar estos productos.
Una vez aplicados, los fitosanitarios pueden moverse y afectar a diversos organismos. Este desarrollo de la FAUBA informa el riesgo ambiental que implica utilizar estos productos.
Un estudio determinó que un microorganismo que vive asociado a las raíces de este cereal reduce la podredumbre de la raíz causada por un hongo y disminuye la cantidad de plantas infectadas.
Un estudio en la Pampa Ondulada encontró que, en los últimos 60 años, la cantidad de estas especies disminuyó un 75% debido a los cambios en las prácticas agrícolas. Una proporción importante de las que aún viven son difíciles de controlar químicamente.
Investigadoras de la FAUBA lograron identificar plantas infectadas con cancro bacteriano una semana antes de que se revelaran sus daños. La técnica limitaría contagios y evitaría pérdidas cuantiosas en el cultivo. Usaron sensores de energía electromagnética.
Diversas enfermedades afectan a estos cultivos frutales y causan pérdidas millonarias. En la citricultura, la transformación genética busca aumentar la resistencia de las plantas a las patologías y avanza con resultados alentadores. Además, contribuiría a reducir el uso de agroquímicos.
Un estudio de la FAUBA encontró que el aumento de las temperaturas nocturnas incrementa el contenido de gluten de las semillas. Esto se traduciría en una mejora en la calidad de la harina y los panificados.
Un estudio académico en la Región Pampeana determinó el papel que cumplen estas áreas como soporte de una biodiversidad clave a la hora de aumentar los rindes de algunos cultivos. Sobre esta base, se proponen manejos agronómicos que preserven dichos ambientes.
Jatropha curcas es un cultivo no comestible que produce un aceite de calidad para elaborar biodiésel. Investigadores de la FAUBA profundizaron en las propiedades de la especie para aprovechar su potencial. Afirman que la genética de la planta fue mejorada en los últimos años.
Un estudio realizado en la Pampa Ondulada encontró que esta técnica aumenta el rendimiento del maíz al favorecer una mayor disponibilidad de agua y nutrientes. Sin embargo, se la debe usar eventualmente y no reemplaza el buen manejo del recurso.
Como el cultivo requiere mucha agua, se lo produce en contadas zonas del país, incluso bajo riego. La FAUBA y el CONICET obtuvieron plantas que toleran la escasez de agua en el suelo y que podrían contribuir a elevar los rindes y el área cultivada.